El baston
La Danza del Bastón tiene su origen en una lucha, según indican los grabados en las tumbas de los faraones. Esta lucha se encuentra presente en diferentes culturas, no sólo en la Oriental.
A lo largo de la historia, el hombre ha buscado una forma de defensa ante los animales salvajes, encontrando, mucho antes de la aparición de la civilización egipcia, en el Bastón un arma de defensa.
El Bastón continuó en el tiempo junto al hombre, formando parte de su vida. Hoy en día, los hombres del Sur de Egipto, van siempre acompañados de él, incluso se reconoce a las personas por su Bastón. Por ejemplo, si se entra en una casa, se puede saber quien está en ella por los bastones que se encuentran en la entrada, ya que se dejan allí al entrar como muestra de respeto.
En el tiempo libre, en los días festivos y en las bodas, se forma un círculo muy grande, donde dos hombres comienzan la lucha (el Tahtib) dentro del mismo, girando uno hacia un lado y el otro en sentido contrario hasta que se juntan en el medio del círculo. La lucha del Bastón tiene su técnica y hay que tener un reflejo muy cabido para mover y pegar los bastones, incluso es necesario saber defenderse durante la lucha, de los golpes que pueden llegar de un lado u otro. El que vence continúa dentro del círculo hasta que se presenta un nuevo individuo para continuar la lucha y así hasta que participan todos los jóvenes presentes.
La lucha continúa en el tiempo, a pesar de los cambios que ha sufrido la vida de la gente del Sur. Aunque ha tenido transformaciones, hoy la Danza del Bastón forma parte de los festejos, como por ejemplo, bailan manteniendo los bastones en alto, por delante del desfile de boda.
Esta Danza es típicamente masculina pero hoy en día, buscando un punto más de igualdad entre ambos sexos, también suelen bailarla las mujeres. Cuando una mujer desarma a un hombre que lleva el Bastón durante una boda, significa que está compitiendo con el hombre y que si él es capaz de bailar con el Bastón, ella también.
Esta Danza viene del Alto Egipto y la baila todo el mundo. Los niños pequeños ven bailar a los mayores y bailan igual que ellos, pero la lucha es sólo para los adultos.
Los instrumentos folklóricos utilizados son el Seps, que es como una especie de Dulzaina gallega e incluso da el mismo sonido, y todos los instrumentos de percusión. Algunas veces lo acompaña el Rabel, como instrumento de cuerda.
Los grupos de Ballet Nacional de Danza, lo tienen como una Danza fija en su repertorio. Las bailarinas de Danza Oriental lo incorporan dentro de su espectáculo. Hoy en día se practica este tipo de danza cada vez más y en el Alto Egipto siguen aprendiendo los pequeños esta Danza que pasa de generación en generación.
La Danza del candelabro
En Egipto existe la costumbre de encender velas alrededor de una muñeca de barro cocido, y parece ser que esta costumbre tiene su origen en antiguas danzas de las que no han quedado restos.
Una de ellas sería la Danza del Candelabro, y las bailarinas no colocarían las velas sobre la cabeza para dar vueltas con ellas, sino que imitarían al candelabro mismo sujetando las velas alrededor de sus ropas como los antiguos candelabros árabes de bronce en forma de cono o de rectángulo con los lados cerrados. Los antiguos candelabros árabes se caracterizan y se distinguen de los europeos, en forma de corona, porque se alumbran en la parte inferior del armazón. Muy a menudo se sitúan las velas en la parte interior, por lo que las paredes deben estar perforadas con calados de figuras geométricas exactamente igual que las celosías. La idea de que las bailarinas vistieran unos trajes con armazones metálicos para fijar en ellos las velas alrededor del vestido, parece ser que se apoya, según lo que hemos visto anteriormente, sobre bases reales. De esta manera alumbraban y bailaban al mismo tiempo moviendo las nalgas y las velas, sin que éstas alcanzaran sus ropas alejadas del cuerpo por medio de almohadones. Además de todo este aparato, las bailarinas colocaban sobre sus cabezas un cántaro con agua, un pollo o una gallina y se movían sin que se les cayera la carga.
De estas danzas no nos ha quedado más testimonio que las figuras de muñecas de barro cocido. Por medio de las muñecas de barro cocido, que se fabricaban con motivo de alguna fiesta, se han podido reconstruir algunas danzas como la de la olla, la de las velas o del candelabro y la del gallo. Existen otras imágenes de barro que representan a acróbatas o danzantes realizando diversos ágiles giros de difícil equilibrio, mientras sostienen sobre los hombros o sobre la cabeza vasijas y productos agrícolas.
Existe otro tipo de candelabro, fabricado también de barro, que está relacionado con los recién nacidos. Al séptimo día de nacimiento, se compra un candelabro de estos, se llena de agua y se coloca en una gran bandeja, rodeada de garbanzos tostados pequeños y diversas clases de dulces. Lo suele llevar una mujer mientras otra recita diversos consejos, que consisten en obedecer a los padres y ser sincero, dirigidos al recién nacido, al que previamente han colocado en otra bandeja. Los invitados, niños y niñas, bailan y cantan en torno al pequeño, al que han dejado en el suelo. Otra mujer lleva el ritmo del baile haciendo sonar la mano de almirez y, entre tanto, una joven arroja sobre las cabezas de los invitados una mezcla de azúcar y sal para ahuyentar la envidia y el mal de ojo. También se reparten entre los asistentes otros objetos que tienen la misma finalidad, espantar el mal de ojo, y son pequeños amuletos de plástico, tela, oro o latón con forma de mano u ojo con alguna incrustación de color azul.
La Danza del Candelabro tiene una sólida relación con las conmemoraciones más felices, el nacimiento y el matrimonio, y precedía en ambos casos a la comitiva de invitados, muchas veces acompañados de adufes y cantantes profesionales. La forma de celebrar estos acontecimientos nos recuerda, inevitablemente, las comitivas que aparecen representadas en las tumbas faraónicas.
Haggala
Las Danzas Folklóricas en Egipto son todas marcadamente diferentes entre sí. Cada región tiene sus danzas, incluso hay regiones que tienen un tipo de canto propio, un dialecto y costumbres distintas de las demás regiones.
Haggala es la danza típica de los Oasis del Desierto Occidental de Egipto y es común con la vecina Libia. La palabra Haggala viene de hagl, que significa salto. Hay otra palabra que probablemente se relaciona también con esta danza, hegel, que es una pulsera de plata que rodea la parte inferior del tobillo y que llevan las jóvenes egipcias del Alto Egipto.
Todos sabemos de la costumbre en el mundo árabe de que el hombre elija a la mujer cuando quiere casarse, pero en los oasis de Siwa sucede exactamente al contrario, por extraño que parezca. El día de la boda se reúnen todos los jóvenes y hombres del pueblo a la intemperie, formando una larga fila. Todo comienza con el fuerte batir de palmas de los hombres, acompañado por los ritmos de los panderos. La novia sabe muy bien quién es su elegido, pero ningún joven sabe exactamente quién es el afortunado. La joven baila durante bastante tiempo con su cara tapada por un shall transparente desde donde puede ver a los hombres sin dejar que ellos la vean. Mientras el ritmo está en su plena fuerza, ella se va parando frente a uno de los jóvenes y le baila durante unos minutos, luego le deja y baila frente a otro, repitiéndolo con cada uno de ellos hasta llegar al final de la fila. Cuando esto sucede, se coloca frente al elegido y enlaza sus manos de una forma cruzada, bailando sólo para él, su futuro marido. Si éste tiene alguna joya o algún abalorio lo ofrece a su futura mujer. En este momento los demás hombres tocan las palmas de una forma continuada y los familiares de ambos se acercan, se saludan y se abrazan dándose la enhorabuena. La danza y los gritos continúan mientras los recién casados cruzan la fiesta para dirigirse juntos a su nuevo hogar.
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